Los judíos ultra ortodoxos, son los más conservadores del judaísmo. No sólo se diferencian por respetar todas las mitzvot a rajatabla, sino también porque en algunos casos, dependiendo del grado de conservadurismo de sus rabinos, viven casi como hace 200 años, casi completamente aislados del resto de la sociedad y del mundo, dedicados sola y únicamente a su religión. Los menonitas, huteritas y amish son algunos ejemplos de esta forma de vida dentro del cristianismo.
Una de las muchas características de estas comunidades casi cerradas es que no aceptan la justicia civil de las sociedades en las que se encuentran. Los conflictos, desde los más nimios hasta los más importantes, son dirimidos dentro de la comunidad, sin recurrir a la policía ni a los tribunales civiles. En los casos donde las partes no llegan a un acuerdo, se recurre a la guía y consejo de los rabinos, que cumplen el rol de jueces, mediadores y consejeros, siguiendo la Halajá, que es la recopilación de las principales leyes judías, que incluyen a las mitzvot, y las leyes talmúdicas y rabínicas, así como sus tradiciones y costumbres.
Por ejemplo, es común que los matrimonios sean pre-acordados, pero en caso de que los contrayentes no estén de acuerdo, se recurre al rabino para que les permita no casarse. También le piden permiso los matrimonios que se quieren separar, personas que acusan a otras de haberles robado, etc. El judaísmo ultra ortodoxo no es tan común, pero en algunas ciudades donde encontró las condiciones necesarias, ha echado raíces.