Extraído y adaptado de “Cruzando el puente angosto”. (C) Breslov Research institute

 

Existe un gran error respecto de la interpretación que se le da a la plegaria. La principal connotación de la palabra plegaria, tiende a relacionarla con el acto de pedir, cosa que ha llevado a la difundida imagen de la plegaria como una actividad centrada en el pedido de cosas: salud, riquezas, éxito, etc. Es muy común pensar en la plegaria como en un recurso casi-mágico al cual apelan los primitivos y los ignorantes en un esfuerzo por sobreponerse a su desprotección frente a las avasallantes fuerzas de la naturaleza. Para mucha gente, la plegaria ritual religiosa es una ceremonia formal, carente de sentido y arcaica, llevada a cabo en una lengua que no comprenden y sin relación alguna con sus vidas y problemas personales.

 

Se ha olvidado que incluso hasta en la generación de nuestros bisabuelos mucha gente encontraba de lo mas natural el hablar directamente, y de manera espontanea con D-os, con sus propias palabras, tratando de sus necesidades y abriendo sus corazones. Pero, para la mayoría de la gente de hoy en día, la sola idea de hablar directamente con D-os, con el lenguaje propio de cada uno, es considerada una mistificación distorsionada e irreal.

 

Es que D-os es tan terrible y se encuentra tan lejano… ¨Como se supone que uno puede hablarle a El? ¨Como es posible que Dios se interese en nuestros pequeños e insignificantes problemas y necesidades? ¨Y en todo caso, si D-os conoce todo, incluyendo nuestros pensamientos, para que es entonces necesario hablarle? Y por otro lado, ¨Que clase de conversación ser esa? ¨Cuando se habla con otra persona uno puede ver sus reacciones, y escuchar lo que tiene que decir, ¨Como es que contesta D-os?

 

Pero no esta en los Cielos… La palabra se encuentra muy cerca tuyo, en tu boca y en tu corazón para hacerlo(Deuteronomio 30:12-14). La plegaria no significa dirigirse a Dios allí afuera. Puede ser tan intima y directa como el hablarle al propio corazón. Si se analiza el contenido de los Salmos y de las plegarias del Siddur, se ver que aunque el lugar preeminente lo ocupan las plegarias de suplica y petición, en especial para el logro de la iluminación espiritual, ellas constituyen solo un aspecto. También hay muchas descripciones de los trabajos y actividades de D-os en la naturaleza y en la historia, en forma de alabanzas, gracias y reconocimientos, pues el admitir la presencia activa de Dios en nuestras vidas y en el mundo es una de las formas mas importantes de experimentar nuestra conexión con El.

 

Ademas de las suplicas a D-os y de las afirmaciones respecto De El, los Salmos le ponen voz a los sentimientos y a los pensamientos mas íntimos del buscador espiritual, en cada uno de los momentos de su búsqueda: introspección y auto-crítica; la alegría respecto de lo bueno en uno mismo y la tristeza por lo malo; la lucha con las malas inclinaciones; miedos, dudas y preguntas; la alegría de la devoción; reverencia, amor, temor y anhelo de D-os, etc. Otra importante faceta de la plegaria es la afirmación: constantemente nos recordamos respecto de nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra confianza en Dios; nos exhortamos a no tener miedo, a no desmoralizarnos ni desesperar, y dirigimos nuestra mente hacia las cualidades que deseamos cultivar en nuestra vida: justicia, rectitud, bondad y misericordia.

 

Las primeras palabras que D-os dijo a Abraham, fundador del Pueblo Judío, fueron: Lej Leja ve a ti mismo (Génesis 12:1). Lo esencial del viaje espiritual es el adentrarse profundamente en uno mismo con la finalidad de descubrir el yo superior del Príncipe, y extraerlo de donde esta hundido, de entre los pensamientos y sentimientos de nuestra personalidad de Pavo. Extraerlo, expresarlo y llevarlo hacia la perfección. Y esto se logra a través de la plegaria, hablándole directamente al corazón y al alma, es decir, al yo, con nuestras propias palabras.

 

En ultima instancia, la plegaria y la auto-comunión llegan a unirse, pues el yo, el alma, deriva de Dios: el alma es parte del Dios de arriba(Job 31:2). Por lo tanto, cuanto mas descubrimos y revelamos nuestro lado espiritual, mas se manifiesta la Presencia Divina en nosotros, comenzando a experimentar lo íntimamente unidos a Dios que estamos en nuestra esencia, y lo cercano y a mano que esta El en nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestra conciencia.

 

En las obras del Rebe Najman, que son nuestra única fuente de enseñanza respecto del hisbodedus, la practica es llamada sija beino le-veino kono (conversación entre uno mismo y su Dueño) (ver Likutey Moharan II:25, etc.) Se podría decir que la conversación se encuentra siempre en algún lugar entre nosotros y Dios, a veces mas con nosotros mismos, y otras mas con Dios.

 

En una de sus obras, el Rebe Najman caracteriza nuestra relación con D-os, durante el hisbodedus, como la de un niño pidiéndole a su adre…quejándose y acosándolo. Cuan bueno es cuando puedes despertar tu corazón y clamar, hasta que las lagrimas corran desde tus ojos, y te sientas como un niño pequeño llorando frente a su Padre (Rabbi Nachman-s Wisdom #7). En otra parte, el Rebe Najman sugiere que deberíamos hablar con Dios como alguien que conversa con su amigo (Exodo 33:11, ver Likutey Moharan II:99), discutiendo con franqueza y cariño, de corazón a corazón, buscando la solución del problema. En otra lección el Rebe Najman nos pide que tratemos de hablarnos a nosotros mismos, directamente, dirigiéndonos a las diferentes partes de nuestro ser, incluso a cada miembro de nuestro cuerpo físico, guiándonos y llevándonos hacia donde queremos, y a vivir como debiéramos(Tzaddik #442).

 

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