Hoy es cuarenta y tres días, que son seis semanas y un día del Omer
Jesed de Maljut (Amor en Nobleza)
BARÚJ ATÁ ADONÁI, ELOHÉINU MÉLEJ HAOLÁM, ASHÉR KIDSHÁNU BEMITZVOTÁV, VETZIVÁNU AL SEFIRÁT HAÓMER.
Bendito eres Tú, Adonai nuestro Dios, Rey del universo, que nos ha santificado con Sus mandamientos, y nos ha ordenado lo concerniente a la cuenta del Omer.
Comience desde aquí si esta contando durante el día, o si no ha contado todos los días desde el comienzo de la cuenta de este año:
Hoy es cuarenta y tres días, que son seis semanas y un día del Omer.
Que el Misericordioso restaure el Beit HaMikdash a su sitio, rápidamente nuestros días; Amén, séla.
Para el director del coro; un canto con música instrumental; un Salmo. Di-s tenga gracia con nosotros y nos bendiga, que haga resplandecer Su semblante sobre nosotros para siempre; para que sea conocido Tu camino en la tierra, Tu salvación entre todas las naciones. Las naciones Te alabarán, Di-s, todas las naciones Te alabarán.
Las naciones Se alegrarán y cantarán jubilosamente, pues Tú juzgarás a los pueblos con justicia y guiarás a las naciones de la tierra para siempre. Los pueblos Te alabarán, Di-s; todos los pueblos Te alabarán, pues la tierra habrá rendido su fruto, y Di-s, nuestro Di-s, nos bendecirá. Di-s nos bendecirá; y todos, desde los más remotos rincones de la tierra, Le temerán.
Te imploramos, con el gran poder de Tu diestra, que liberes al cautivo. Acepta la plegaria de Tu pueblo; fortalécenos, purifícanos, reverenciado. Poderoso, Te imploramos, guarda como la niña del ojo a aquéllos que procuran Tu Unicidad. Bendícelos, purifícalos; concédeles por siempre Tu misericordiosa rectitud. Poderoso, Santo, en Tu abundante bondad, guía a Tu congregación. Único y Soberbio, vuélvete hacia Tu pueblo que recuerda Tu santidad.
Acepta nuestra súplica y escucha nuestro clamor, Tú que conoces los pensamientos secretos.
Bendito sea el nombre de la gloria de Su reino por siempre jamás.
Amo del universo, Tú nos has ordenado por medio de Moshé, Tu servidor, contar Sefirat HaOmer, a fin de purificarnos de nuestra iniquidad e impureza. Tal como has escrito en tu Torá: «Contaréis para vosotros desde el día siguiente al día de descanso, desde el día en que traéis el Omer como ofrenda mecida; [la cuenta será] siete semanas completas.
Hasta el día posterior a la séptima semana contaréis cincuenta días», a fin de que las almas de Tu pueblo Israel sean purificadas de impureza.
Por consiguiente, sea Tu voluntad, Adonai nuestro Di-s y Di-s de nuestros padres, que en mérito del Sefirat HaOmer que conté hoy Jesed Shebe Maljut, sea rectificado el daño que he causado en la sefira, y que yo sea purificado y santificado con la santidad suprema. Que de este modo se conceda abundante generosidad sobre todos los mundos.
Que rectifique nuestro néfesh, rúaj y neshamá de toda bajeza y defecto, y que nos purifique y santifique con Tú suprema santidad. Amén, séla.
Guía Espiritual
Jesed de Maljut (Nobleza, Soberanía, Liderazgo)
Soberanía —el último de los siete atributos— es diferente de los seis anteriores. Es un estado, más que una actividad. La nobleza es una expresión pasiva de la dignidad humana que no tiene nada propio salvo lo que recibe de las otras seis emociones. El verdadero liderazgo es el arte de la abnegación, es sólo el reflejo de una voluntad Superior.
Por el otro lado, maljut refleja y concreta el carácter y la majestuosidad del espíritu humano. Es la fibra misma de lo que nos hace humanos.
Cuando el amor, la disciplina, la compasión, la persistencia y la humildad son canalizados adecuadamente hacia la psiquis a través de la vinculación, el resultado es maljut, nobleza. La vinculación nos nutre y permite que nuestra soberanía se revele y florezca. Maljut es la receptividad a todas las emociones que son encauzadas por Iesod.
Maljut es un sentimiento de pertenencia, de saber que tú importas y que haces la diferencia, que tienes la habilidad de ser un líder experto por derecho propio para contribuir a este mundo. Te da independencia y confianza, un sentimiento de certeza y autoridad, Cuando una madre acuna afectivamente a su hijo entre sus brazos y los ojos del hijo encuentran esa mirada afectuosa, el niño recibe el siguiente mensaje:
«Yo soy deseado y hago falta en este mundo. Tengo un lugar confortable donde siempre seré amado. No tengo nada que temer. Siento en mi corazón como si perteneciera a la realeza»
Esto es Maljut, majestuosidad.
Jesed de Maljut (Amor en Nobleza)
La dignidad sana siempre es amable y cariñosa. Un líder efectivo precisa ser cálido y considerado.
*¿Me hace mi soberanía más afectivo? *¿Ejerzo mi autoridad y liderazgo de una manera cuidadosa? *¿Impongo mi autoridad sobre los demás?
*EJERCICIO DEL DÍA:
Haz algo amable para con tus subordinados.