Kriat shema ( Shema de la noche): Olam, yo perdono e indulto a todo aquel que me ha enfadado y molestado, o pecado contra mí, sea física, económica o espiritualmente, sea contra mi honor o mi buen nombre, ya sea por casualidad o con intención, por descuido o deliberadamente, tanto con el pensamiento como con la palabra o la acción, sea por la encarnación actual u otra; yo perdono e indulto a cada hombre o mujer y que no se castigue a nadie por mi causa. ¡Señor del Universo, por favor, ten compasión de mí!
Perdóname y expíame mis pecados que cometí. Por Favor perdóname por completo. Permite a los demás también perdonarme por lo que les he hecho y que no quede ningún rencor en sus corazones. Borra por favor con tu gran misericordia todas mis faltas pasadas, pero no por medio de sufrimientos o enfermedades. Sean las palabras de mi boca, y la meditación de mi corazón acepadas ante ti, Hashem mi fortaleza y mi redentor. Bendito el que hace caer los síntomas de sueño sobre mis ojos y el adormecimiento sobre mis párpados e ilumina la púpila de los ojos. Sea la voluntad delante tuyo Hashem, mi Elohim y Elohim de mis padres que me acueste en paz y me pare para buena vida en paz. Que tenga parte en tu Torá. Habituame a buenas acciones, más no me habitues a asuntos pecaminosos. No me aproximes a caer en manos del pecado, no en manos de una prueba y no en manos de una verguenza.
Que predomine en mi el instinto del bien y que no predomine en mi el instinto del mal, sálvame del instinto del mal y de enfermedades malas y que no me perturben sueños malos y pensamientos malos y que sea mi cama íntegra ante Tí e ilumina mis ojos para que no duerma a deceso. Bendito Hashem el que ilumina al mundo entero con majestuosidad.
Shemá Israel
Durante la Lectura del Shemá no se puedes hacer señas ni gestos Oye, Israel, Adonai es nuestro Hashem, Hashem es Uno. [Este párrafo en voz baja] Bendito sea el nombre de la gloria de Su reino por la eternidad. Amarás a Hashem con todo tu corazón, con toda tu alma, con todos tus bienes. Y estarán las palabras que Yo te ordeno el día de hoy, sobre tu corazón. Las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas al estar sentado en tu casa y al andar por el camino, al acostarte y al levantarte. Las amarrarás como señal sobre tu mano y serán por filacterias entre tus ojos. Las escribirás sobre las marcos de tu casa y en tus portones. Y sucederá que si escucharán mis preceptos que Yo les ordeno hoy, de amar al Eterno, su Elohim, y servirle con todo su corazón y con toda su alma, entonces, Yo otorgaré a su tierra la lluvia en su momento, la temprana y la tardía, para que recojan el grano, el mosto y el aceite. Yo daré hierba a sus campos para su ganado, y comerán y se saciarán.
Cuiden de ustedes, no sea que se deje seducir su corazón y se aparten y sirvan a dioses extraños y se posternen ante ellos. [En voz baja] Entonces se encenderá la ira del Eterno contra ustedes; Él retendrá los cielos para que no haya lluvias y la tierra no produzca su fruto. Y se perderán rápidamente de la buena tierra Que Hashem les entrega. [Voz normal] Pongan estas palabras Mías en sus corazones y en sus almas; átenlas por señal en sus manos y que sean filacterias entre sus ojos. Las enseñarán a sus hijos, para hablar de ellas cuando estés sentado en tu casa y cuando andes en el camino, al acostarte y al levantarte. Las escribirás sobre los marcos de tu casa y sobre tus portones, a fin de que se multipliquen tus días y los días de tus hijos sobre la tierra que el Eterno juró entregar a sus padres, como los días del cielo sobre la tierra. El habló el Eterno a Moisés diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan hilos (Tzitzit) en las esquinas de sus vestimentas a lo largo de sus generaciones. Y pondrán sobre estos hilos de cada esquina un hilo de color celeste. Y serán Tzitzit para ustedes, para que lo vean y se acuerden de todos los mandamientos del Eterno y los cumplan, y no se desvien tras sus corazones ni tras de sus ojos, en pos de los cuales ustedes se corrompen. A fin de que recuerden y cumplan todos Mis mandamientos y sean santos para su Dios. Yo soy el Eterno, su Dios, que saqué a ustedes de la tierra de Egipto para ser Su Elohim. Yo soy el Eterno, su Elohim Verdadero.
Yalezu Jasidim
(Versículos de protección)
Regocijen los fieles con Su gloria, cantarán sobre sus lechos, con himnos a Hashem en sus gargantas y las espadas de doble filo en sus manos. He aquí la cama de Salomón sesenta guerreros alrededor de ella de los más fuertes de Israel. Todos armados con espadas, adiestrados a la lucha. Cada hombre con su espada en su muslo por el miedo en las noches. (Hasta aqui 3 veces)
Que te bendiga Hashem y te cuide. Ilumine Hashem Su rostro hacia ti y te agracie. Que eleve Hashem Su rostro hacia ti y que ponga sobre ti paz. Y pondrán Mi nombre sobre los hijos de Israel y Yo los bendeciré. El que habita al abrigo del altísimo, morará a la sombra del Todopoderoso. Le diré a Hashem: Tú eres mi protección y mi refugio; mi Elohim, en quien confío. Pues Él te salvará de una red tramposa, de la peste mortal. Con su ala te cubrirá, y debajo de sus alas te refugiará. Escudo y protección es su verdad. No temas al terror nocturno, ni de una flecha que vuela a la luz del día. A la peste que acecha en las tinieblas, ni a la epidemia que asalta en pleno día. Caerán a tu lado de a mil, y diez mil a tu derecha, más a ti no se acercarán. Sólo observarás con tus ojos, y el castigo de los malvados presenciarás. Pues Tú, Hashem, eres mi refugio. Por favor, Hashem, nuestro Elohim y Elohim de nuestros padres. Lleguen ante Ti nuestros rezos y no te desentiendas, rey nuestro, de nuestras súplicas, porque no somos descarados y tercos para decir ante Ti Hashem nuestro Elohim y Elohim de nuestros padres, justos somos y no pecamos.
Aunque en verdad fallamos, erramos, pecamos, nosotros, nuestros padres y la gente de nuestra familia. Somos culpables, hemos traicionado, hemos robado, hablamos calumnias y maledicencia, hemos causado iniquidad, y provocado maldad, hemos pecado intencionalmente, hemos tomado bienes ajenos por la fuerza, nos hemos apegado a la mentira y al engaño, aconsejamos malos consejos, mentimos, nos enojamos, nos hemos burlado, nos rebelamos, contrarrestamos tus palabras, ofendimos, hemos pervertido, nos hemos revelado, pecamos, fuimos descuidados, deterioramos, hostigamos, hemos causado sufrimiento a nuestros padres. Nos entercamos fuimos malvados, corrompimos, abominamos, nos hemos extraviado y provocado que otros se extravíen. Nos desviamos de tus preceptos y de tus leyes benéficas pero no nos sirvió de nada. Y tú eres justo por todo lo que sucede sobre nosotros, porque actuaste con verdad y nosotros hemos hecho maldad. Por favor, por la grandeza de tu diestra libera las cadenas del cautiverio. Acepta el canto de tu Pueblo; exáltanos, purifícanos, Oh Elohim temible.
Oh Todopoderoso, a los que inquieren por tu unidad, guárdalos como a la pupila de tus ojos. Bendícenos, purifícanos, que tu justa misericordia siempre nos recompense. Lleno de piedad Oh Santo, con la abundancia de tu bondad guía a tu congregación. Hahsem Único y Excelso, atiende a tu Pueblo, quienes recuerdan tu santidad. Acepta nuestras súplicas y escucha nuestro clamor, Tú que conoces todos los misterios. Bendito es el Nombre de Su Majestad gloriosa por siempre jamás. Tú te levantarás y tendrás misericordia de Tzión, es el momento de concederle gracia, pues ha llegado el tiempo fijado. En tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido Eterno, Dios de verdad.