Hay una canción muy vieja que dice:”Tres cosas hay en la vida salud, dinero y amor el que tenga estas tres cosas debe darle gracias a D-os…”,

Se dice que muchas cosas de la Tora y de nuestras vidas están separadas en tres partes. El pueblo de Israel esta divido en tres grupos: Cohen, Levy e Israel. El Tanaj está dividido en tres partes: Tora, Neviim (profetas) y ketuvin (escritos).

 

Somos seres físicos con almas espirituales; el alma se manifiesta en este mundo a través de tres vestimentas que son: ” Pensamiento, palabra y acción.”

Según el judaísmo cuando algo se hace tres veces, se le considera permanente eso es llamado jazaka (una declaración judicial firme, Suposición, o bien, un status asumido de antemano; algo » casi » seguro), quiere decir que cuando comenzamos a crear un habito este se comienza a convertir en uno, después de una tercera vez que uno lo realiza.

 

Poseemos tres sefirot intelectuales (Una sefirá es un canal de energía Divina o emanaciones de D-os a través de las cuales se creó el mundo), que son:” Jojma, Bina, Daat”. Jojmá se interpreta como el potencial, la semilla. Biná es realmente la expansión y esclarecimiento de Jojmá, La definición de la facultad de Biná es entender o desarrollar un concepto. Dáat se llama Ben (“Hijo”), o sea, la descendencia de esta unión de Jojmá y Biná. Entonces para procesar nuestros pensamientos y llevarlos a la elaboración final, este pasa por tres etapas o facultades intelectuales para llegar a su término de realización.

 

Cuando somos pequeños nos dicen: a la una, a las dos y a las….tres!!! , de esa forma nos lo señalan tanto para animarnos a hacer algo o para que paremos de hacer algo, sabemos que al llegar al número tres habrá consecuencias, pareciera que nos marcan el proceso de pensar, entender y desarrollar lo que debemos o no hacer.

 

Son tres los patriarcas: Abraham, Isaac, Yaacov. Abraham el gran anfitrión que hacía que los visitantes hicieran mitzvot, bendiciendo los alimentos y descansaran; Isaac trabajador, nos ayuda a que tengamos una buena manutención y Yaacov estudioso de la Tora. Así debemos dividir el día.

 

El Ben Ish Jai comenta que el día debe dividirse en tres: ocho horas para dormir y descansar, ocho horas para trabajar y hacer lo que necesitas de diligencias y ocho horas de santidad sea rezo, estudio o hacer mitzvot al igual que lo hacían nuestros tres patriarcas.

 

Igualmente hay tres socios en la concepción de un niño: el padre, la madre y D-os. El padre que trabaja y mantiene el hogar, la madre que alimenta, cuida y ayuda a la armonía y al descanso de los suyos y D-os que es santidad.

 

El Pirkei Avot dice:”El mundo se sostiene sobre tres pilares, La Tora, el trabajo y los actos de bondad”, eso quiere decir que cada día debemos apoyarnos en ello. Estudiar y aprender cada día para ser mejores, trabajar, si por necesidad, pero dando lo mejor de uno mismo y ayudando al prójimo, sabiendo que uno es responsable por uno, pero también por su comunidad.

El Shma Israel dice:…”Y amarás al Eterno tu D-os”…”Con todo tu corazón…” (Bejol Lebabeja) salud, alimentándote, descansando….”Con todo tu alma”(Bejol Nafshja) espiritualmente, Tora ,estudio, rezo…. “Y con todo tus bienes” (Ubejol Meodeja) trabajo, dinero.

 

Todos apuntas a la realización de una vida completa donde tengamos trabajo, descanso, disfrute, estudio, refinamiento espiritual.

Así como dice la canción:”Tres cosas hay en la vida salud, dinero y amor el que tenga estas tres cosas debe darle gracias a D-os…”, curiosamente se refiere a los tres pilares diarios: salud- descanso, trabajo- dinero, amor- espiritual. Que se logran concretar y realizar en su mejor expresión, cuando la parte física y espiritual consiguen compenetrarse y potenciarse mutuamente.

 

Procesando debidamente nuestros pensamientos, a través de su debida secuencia, dando prioridad a lo que realmente lo tiene, dando espacio al trabajo, al descanso y a la santidad en su debida equilibrio, sabiendo que no son acciones separadas, sino que cada una de ellas contiene a la otra, que el trabajo debe hacerse con amor y santidad, que el descanso debe llevarse a cabo con tranquilidad y conexión y que la espiritualidad y el amor deben trabajarse para lograr su mejor expresión.

 

Quiera D-os que nuestras vidas estén cimentadas en estos tres pilares sólidos de salud, trabajo y amor. Y nos guié y ayude a llevar en armonía nuestras vidas, conectados a Su fuente de inspiración y santidad.

 

Nelly kaufman de Klein

http://nellyklein.blogspot.com/

Bibliografía:

Las alturas de mi pueblo por Rabino A. Anidjar

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