El mes de Av se corresponde con el signo de Leo, en hebreo Aryeh: leon.
Una de las formas de concocer la energia particular de cada mes es a traves de los sucesos que acontecieron al Pueblo de Israel, durante ese mes en particular, según lo señala la Tora.
En el cielo del mes de Av, un grupo de estrellas forma la imagen de un leon. El leon ha surgido, y con el su poder.
El poder del leon es citado en palabras de nuestros sabios (Avot 4:1): “Se fuerte como un leon en el cumplimiento de la Voluntad de tu Padre en el Cielo”. Esto hace referencia a la conquista interior de nuestros diferentes deseos los que se manifiestan en reacciones descontroladas e impulsivas.
Es conocida la descripcion astrologica de el signo de Leo como una constelacion masculina (leon), que esta regido por el sol, y su elemento primario es el fuego. Aquellas personas nacidas durante este mes tienen tendencia a ser dominantes sobre otros, abrumadores, facilmente irritables, apasionados, efusivos y sinceros, y adeptos a fastuosas vestimentas.
Ahora bien, esta es la conclusion de la astrologia que usualmente no toma en cuenta la vida mas alla de la influencia de las estrellas. Sin embargo, la historia judia se sustenta fuera de de estas tendencias en en dos sentidos opuestos. Tisha b’Av (9 de av) fue el dia en que los dos Templos fueron destruidos y es un dia de ayuno. En contraste, Tu ‘Av (el 15 de av) fue un dia de alegria y regocijo, y nos ocuparemos de explicarlo mas adelante con el favor de D-os.
Se trata de un mes durante el cual numerosas calamidades azotaron al pueblo de Israel. El Talmud enumera en Ta’anit 26b cinco eventos que ocurrieron en Tisha b’Av (9 de Av):
- El pecado de los espias (Numeros 13-14).
- La destruccion del Primer Templo
- La destruccion del Segundo Templo
- El Monte del Templo es arado por Turnus Rufus.
- Cae la ciudad de Beitar ( por la rebelion de Bar Kochba).
De todas estas desgracias sobresale la destruccion de ambos Templos, donde cada destruccion fue seguida por el exilio – el primero de Babilonia y el segundo de Roma, esta ultima representada por Edom y es el exilio que aun continua hasta nuestros dias.
La forma del exilio presenta tambien una fuerza que es compensatoria. Cuando fue destruido el Segundo Templo, las personas, cuyos pecados en ultima instancia fueron la causa de la destruccion, permanecieron habitando la tierra; a pesar de la desgracia resulta claro que un remanente de nuestro Pueblo no seria destruido. La ira Divina fue dirigida hacia piedras y madera, pero no sobre las personas que habian transgredido. El leon nos habia vencido con su fortaleza -por cuanto, hubo destruccion- pero el poder de la supervivencia tambien fue revelado.
El poder del leon es citado en palabras de nuestros sabios (Avot 4:1): “Se fuerte como un leon en el cumplimiento de la Voluntad de tu Padre en el Cielo”. Esto hace referencia a la conquista interior de nuestros diferentes deseos los que se manifiestan en reacciones descontroladas e impulsivas. Se espera que un individuo maduro no reaccione apresuradamente y con urgencia, sino que tenga la paciencia de analizar las situaciones en terminos de su contexto mas amplio.
Esto es lo opuesto a lo que usualmente es visto como la fuerza del leon.
La ausencia de castigo inmediato despues de una transgresion tambien demuestra paciencia frente a la reaccion impulsiva. Desde el cielo se nos da la posibilidad de cambiar nuestro rumbo, ya que el Todopoderoso no juzga las trasngresiones instantaneamente con enojo.
Cuando comienza el mes de Av —hasta el día 9— limitamos aún más nuestro regocijo al grado de evitar incluso cualquier situación que pueda llevar a alegrarnos. Así, no plantamos árboles para dar sombra o para embellecer y dar aroma, ni emprendemos ningún proyecto de construcción o de refacción en la casa por mero lujo, como ser redecorar o pintar nuestros hogares. Sin embargo, si alguien no tiene dónde vivir, puede construir una casa durante este período.
En muchas comunidades es costumbre realizar un siúm (culminación del estudio de un tratado talmúdico) cada día del mes de Av, desde Rosh Jodesh hasta Tishá beAv inclusive. La fuente de esta costumbre surge de una interpretación original de la frase de nuestros Sabios: “Desde que ingresa [el mes de] Av, se disminuye la alegría”. La interpretación es la siguiente: “Desde que ingresa Av, se disminuye” la tristeza del exilio diaspórico. ¿De qué manera se logra esto? Mediante “la alegría”. Y como la única alegría permitida es la que genera el estudio de la Tora (Lospreceptos de Di-s son rectos, alegran el corazón — Salmos 19:9), se realiza un siúm cada día. No obstante, no se comen alimentos cárneos tras éste, cómo suele hacerse en un siúm en el resto del año.
- Está prohibido comprar, coser, y tejer prendas nuevas, incluso si la intención es estrenarlas luego de Tishá beAv. Tampoco se puede comprar una prenda usada si es que ésta le agrada a la persona por su belleza. Sin embargo, debe observarse, estas restricciones atañen sólo a situaciones donde no se encuentra involucrada la realización de una mitzvá. Pero si el fin es el de cumplir una mitzvá —por ejemplo, comprar el ajuar para el novio y la novia, o construir una casa para ellos—, está permitido. Si existen razones para sospechar que después de Tishá beAv aumentarán los precios de las prendas, se puede comprar la ropa que se desee, pero no se ha de usarla hasta después de Tishá beAv.
- Desde Rosh Jodesh Av —y según otros, desde la semana en que acaece Tishá beAv— no se debe lavar ropa, aunque no vaya a ser utilizada hasta después de Tishá beAv. Sin embargo, si la persona tiene un único conjunto de ropa, puede lavarlo hasta comenzar la semana en la cual acaece Tishá beAv.Alguien que transpira mucho y necesita cambiar su camisa con suma frecuencia debe preparar de antemano —antes de Rosh Jodesh Av— varias camisas, y vestir por un rato cada una de ellas [o bien, usarlas en Shabat]. Sólo así podrá usarlas durante los “nueve días”.
- Además de la prohibición de cortarse el cabello, los adultos también tienen prohibido cortar el cabello de sus niños a partir del 17 de Tamuz, y lavar sus prendas desde Rosh Jodesh Av. Sin embargo, la ropa de niños pequeños puede ser lavada y planchada —incluso durante la semana en que acaece Tishá beAv—. De ser posible, no hay que lavar grandes cantidades de ropa ni hacerlo en forma pública.
- Está prohibido lucir zapatos nuevos a partir de Rosh Jodesh Av. Sin embargo, si fueron comprados especialmente para usar en Tishá beAv —por ejemplo, calzado confeccionado con lona o goma— pueden lucirse aunque sean nuevos. No obstante, es preferible estrenarlos en Iom Kipur y no en Tishá beAv.
- Desde Rosh Jodesh Av [según algunas opiniones, incluyendo ese día] hasta después de Tishá beAv, está prohibido comer carne y beber vino [a excepción de Shabat], pues durante este período se interrumpieron los sacrificios animales y las libaciones de vino en el Beit HaMikdash. Por costumbre esta prohibición se extendió para incluir también toda comida a base de carne. Sin embargo, está permitido comer alimentos parve que fueron preparados en un recipiente utilizado generalmente para preparar carne. La costumbre sefardí es observar todas estas restricciones sólo en la semana misma en que acaece Tishá beAv.
- Algunos son estrictos y se abstienen de beber el vino usado para el recitado de la Havdalá y el Birkat HaMazón. En su lugar, dan de beber el vino a un niño que aún no comprende el significado del duelo por Jerusalén, pero que ya es lo suficientemente grande como para ser entrenado en la práctica de mitzvot. Si no hay ningún niño presente, la persona misma que recita la Havdalá debe beber el vino, pero en el caso del Birkat HaMazón debe recitarlo sin vino.
- Desde Rosh Jodesh Av [según la costumbre sefardí, en la semana en que acaece Tishá beAv no se puede lavar el cuerpo entero, aun con agua fría. Asimismo, está prohibido bañarse en una piscina, en un río, o en el mar. Sin embargo, si Rosh Jodesh Av acaece un viernes, la persona puede bañarse con agua caliente en honor a Shabat, siempre que ésta sea su costumbre cada viernes.La prohibición anterior se refiere específicamente al baño por placer. Aquel que debe bañarse por motivos de salud —por ejemplo, si los médicos le ordenaron bañarse cada día con agua caliente—, o un trabajador que se ensució como consecuencia de su trabajo, pueden bañarse durante este período.
Extraído de “Nosotros en el Tiempo” de editorial Kehot.