Resumen de la Parashá Vayikrá

(Levítico 1:1-5:26)

  

Los cinco principales korbanot (sacrificios) que podían ser ofrecidos por una persona eran:

 

1) Olá: ofrenda enteramente consumida por el fuego en el mizbeaj (altar).

2) Minjá: lealtad-obsequio. A diferencia de los otros korbanot que consisten de animales, ésta era una ofrenda de harina usualmente llevada por un hombre de medios modestos.

3) Shlamim: ofrenda de paz. Un medio de expresar agradecimiento a D-s en ocasiones de regocijo. También incluye el korbán todá (en “acción de gracias”, analizado en la parashá Tzav).

4) Jatat: ofrenda por pecado. Una expiación por ciertos pecados cometidos sin intención por un individuo, incluso el Cohén Gadol (Sumo Sacerdote), el rey el Sanhedrín (suprema corte) en su totalidad. Comprende también las prohibiciones punibles con caret cuando son transgredidas intencionalmente, por ejemplo, comer jametz en Pésaj o realizar una melajá (trabajo) en shabat.

 

4A) Korbán olé veiored: un tipo especial de ofrenda por pecado que varía de acuerdo con la riqueza del pecador. Es requerido para las siguientes transgresiones:

 

a) Jurar en falso que uno no ha visto ni oído evidencia necesaria para un testimonio

b) Entrar en el Bet Hamikdash o comer kodashim mientras se está en estado de tumá (impureza)

c) Dejar sin cumplir una promesa

 

Conmovido en su conciencia, el pecador confesaba su mala acción y estaba obligado a llevar este sacrificio.

 

5) Asham: ofrenda por un culpa. Ofrecida como parte de la penitencia requerida por ciertos actos impropios, tales como:

a) uso no intencional de propiedad apartada para Hashem (Kodashim).

b) retención de propiedad ajena por un falso juramento.

 

En cada caso el pecador, luego de confesar su culpa, debía restaurar primero la propiedad, más un adicional de un quinto de su valor, al verdadero dueño, antes de que pudiera ofrecer el sacrificio y recibir el perdón divino por su pecado.

 

(Extraído del libro “Lilmod ULelamed” de Edit. Yehuda)

 

 

 

Comentario:

 
 

El tercer libro de la Tora (Pentateuco), Vaikra, es llamado “Torat Kohanim” (la ley de los sacerdotes) en la literatura rabinica. Esto es indudablemente debido a que la mayor parte del libro versa sobre las leyes de ofrendas especificas y los deberes de los kohanim en el Templo. Sin embargo, hay otro aspecto mas vasto y mas universal para el nombre Torat Kohanim que se le otorga al libro de Vaikra: esta implicito en este nombre que los kohanim deben comportarse y vivir de acuerdo a un cierto standard prescripto para ellos por la Tora, de modo que lo importante y vital no es solo la ofrenda que es traida al Templo; es tambien el Kohen encomendado de tratar esa ofrenda correctamente y con respeto lo que es importante y vital para que el servicio divino en el Templo tenga exito.

 

Y no es coincidencia que este libro de Vaikra o Torat Kohanim contenga secciones enteras que traten de leyes morales y disciplina en el comportamiento humano. Un kohen deshonesto no puede ser visto como el representante de D-s en el Templo, asi como tambien uno que esta fisicamente deformado queda excluido de realizar el servicio en el Templo. El Talmud explicitamente nos ensena que solo si el kohen de alguna forma se asemeja a un angel de D-s en su comportamiento y postura, la gente vendra a aprender Tora de su boca y experimentara la verdadera santidad del Templo.

 

La tarea que por lo tanto fue asignada a los kohanim no era la de un mero servicio en el Templo, sino ante todo, el desafio de una conducta ejemplar, el de ser un modelo para los demas y un verdadero maestro de Tora para Israel en sus actos y en su palabra; todos estos rasgos definen al verdadero Kohen.

 

Nuestros Sabios en Pirke Avot describen al Padre de todos los Kohanim, el gran Aharon, diciendo que amaba la paz, perseguia la paz y amaba a todas las criaturas. Solo alguien con las caracteristicas de Aharon HaKohen podia acercar a las personas a los valores de la Tora, a su estudio y a su observancia. Y este es un sello, una marca de lo que un verdadero kohen debe ser, lo que debe representar y que imagen debe reflejar ante aquellos que acuden a el por consejos, ayuda, instrucción y servicio divino.

 

Es cierto que aun no tenemos el Tercer Templo reconstruido. Quiera D-s que tengamos el merito de verlo muy pronto en nuestros dias. Pero todos conocemos, si, esta clase de kohanim. Afortunadamente son muchos los lideres religiosos, rabinos, maestros, etc., cortados segun el molde de Aharon Hakohen, con su mismo sistema de valores y su estilo de vida, que en todos los confines del mundo luchan por cumplir con la formidable tarea de acercar mas almas a la observancia de los preceptos divinos.

 

El libro de Vaikra es una guia para todos aquellos que aspiran al liderazgo religioso y a una influencia benefica en el mundo judio.

 

Es verdaderamente Torat Kohanim.

 

(Basado en Rab Berel Wein)

 

 

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