Plegaria después de sumergirse en la mikveh
¡Amo del Universo! Con el corazón emocionado, he cumplido la Mitzvá de la Tebilá, para purificarme. Me he esforzado en ser fiel a Tus Preceptos, y tengo Fe en la santidad de Tu Nombre. Y así como las aguas de la Mikvé me purificarán espiritualmente, heme aquí suplicándote que me limpies de todo pecado; de toda tristeza, y de toda angustia. ¡Amo del Universo! En Tu mano está la vida de todo ser. Agráciate de mí y de mi esposo; de toda mi familia; de todos mis parientes, y de todo el Am Israel. Sea voluntad que en nuestro hogar reine la paz, el amor y la armonía, y que Tu favor no se aparte nunca de nosotros. Y que yo siempre esté dispuesta a purificarme, para construir la casa de Tu pueblo Israel. Amén. (Bet Tefil 33)